Preservar la fertilidad ya no es solo una opción para quienes enfrentan un tratamiento médico urgente. Cada vez más mujeres deciden congelar sus óvulos para mantener abierta la posibilidad de ser madres en el futuro, en sus propios tiempos y condiciones.
¿Qué es la vitrificación?
La vitrificación es una técnica de congelación ultrarrápida de óvulos (o embriones) que evita la formación de cristales de hielo, lo que mejora significativamente la viabilidad celular al descongelarlos. Esta técnica ha revolucionado la preservación de la fertilidad, permitiendo tasas de éxito muy superiores a las de la congelación lenta tradicional.
¿Cuándo se recomienda?
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Mujeres que desean posponer la maternidad por razones personales, profesionales o sociales.
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Pacientes oncológicas que deben someterse a quimioterapia o radioterapia.
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Mujeres con diagnóstico de baja reserva ovárica o endometriosis.
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Antes de iniciar tratamientos de fertilidad complejos.
¿A qué edad es mejor vitrificar?
Lo ideal es antes de los 35 años, cuando la calidad ovocitaria es mayor. Sin embargo, muchas mujeres también obtienen buenos resultados entre los 35 y los 38 años.
Consideraciones clave
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El proceso requiere estimulación ovárica y extracción mediante punción folicular.
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Los óvulos vitrificados pueden permanecer almacenados durante años.
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No garantiza un embarazo, pero sí mantiene abierta la posibilidad.
👉 Si estás considerando esta opción, lo mejor es agendar una consulta informativa con una especialista en fertilidad.